domingo, 11 de abril de 2010

Pesadilla en Concha Espina Street


El titular del partido de ayer merecería ser chulesco y prepotente tipo:
  • Chúpame la polla.
  • Con la punta del nabo.
  • A tomar por culo.
  • A cascarla.
  • A cagar a la vía.
Pero soy un señor y no.

O tópico tipo:
  • Meneo.
  • Bofetada con la mano abierta.
  • Es triste pedir pero es más triste ser del madriz.
Pero hoy tenía el día cinematográfico, y aunque podría haber escogido cualquiera de estos títulos:
  • Abre los ojos.
  • La tormenta perfecta.
  • Más dura será la caída.
He preferido el homenaje a Freddy Krueger, porque esto es lo que va a ser en los próximos tiempos el Barça para el Madriz, una puta PESADILLA.
Y como decía aquel: Lo mejor está por llegar.

El madriz ayer fue un juguete roto en manos de un eficiente Barça con muuuuucho oficio.
Excepto en los 10 primeros minutos de tanteo y respeto mutuo, el partido de ayer fue una lección de FÚTBOL (y van...), de trabajo, humildad, táctica, técnica y pegada.
Y ahora te presiono, y ahora te apreto, y ahora te la escondo, y ahora te bailo, y ahora te la duermo, y ahora te la enseño y ahora te la vuelvo a esconder.... y así podríamos seguir hasta que el Bernabeu quedara vacío del todo. ¡Qué grande ver desfilar a la gente a 10 minutos del final conscientes de que no había NADA QUE HACER ante esa máquina de hacer fútbol!

Y todo esto sin dar una sola patada y sufriendo uno de los peores arbitrajes que recuerdo.

Qué triste y qué cobarde despedirse de la élite intentando quedar bien con un equipo que no perdía con su arbitraje desde el siglo pasado (ojo al dato!). Que Xabi Alonso, y Garay terminaran ayer el partido, y que Gago y Sergio Ramos no fueran amonestados es como mínimo, de juzgado de guardia. Y los amonestados fueron Messi y Xavi...
Efectivamente Mejuto. El peor día de tu vida...

Por suerte para el Fútbol, enfrente de semejante personaje ayer estaba el FC Barcelona, el equipo que va a seguir haciendo aún más grande su leyenda y a fomentar el insomnio en la capital de reino. Lo mejor está por llegar...

Al loro!

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